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jueves, 31 de mayo de 2018

La implicaciones del ruido en nuestra salud

Por cuchita

El ruido es uno de los problemas urbanos más importantes en las grandes ciudades y espacios cosmopolitas. Las personas que conviven en ellos están constantemente expuestos a sonidos, la mayoría, molestos y muy altos. El tráfico, las empresas y las dinámicas sociales y humanas cotidianas son las principales fuentes de este ruido.

Nos hemos acostumbrado a las bocinas de los carros, la música alta, las alarmas, las construcciones, los timbres, los silbidos, entre otros muchos ruidos que forman parte del ambiente normalizado de las ciudades.

Todas estos ruidos pueden provocar ciertos problemas de salud, incluso sin darnos cuenta de ello. Son disímiles las investigaciones que han descubierto cosas más que interesantes sobre nuestra relación cotidiana con los ambientes urbanos. La contaminación acústica, sumamente común en las grandes metrópolis, no solo eleva los niveles de estrés, sino que igualmente puede producir enfermedades cardiovasculares, subir la presión arterial y provocar depresión o fatiga crónica.

Una cifra bastante significativa de personas en el mundo, la gran mayoría, coexiste con los ruidos y se acostumbran a ellos cada vez más, parece que nos molestan menos o que no nos damos cuenta de ellos. De acuerdo a la opinión médica, el corazón escucha lo que a veces los oídos no, o más bien a lo que los oídos ya están habituados. La exposición prolongada a ruidos mayores a 65 decibeles o decibelios (niveles normales y frecuentes en una oficina o una tienda), así como el contacto diario con sonidos de mayor intensidad (bocinas, motores, alarmas) provocan problemas en nuestro sistema cardíaco. El organismo genera una respuesta hormonal, nerviosa o de intento de fuga cuando escucha un sonido muy alto, y por eso nos sobresaltamos.

Según la Organización Mundial de la Salud, el ruido del tráfico está actualmente asociado a varias enfermedades como puede ser angina de pecho o infarto agudo del miocardio. Igualmente se le relaciona con los problemas de hipertensión y estrés en algunas personas.

Los ruidos fuertes, especialmente por la noche son fuente fundamental de estos problemas, más que cuando son diurnos, puesto que además de todas las alteraciones mencionadas, el ruido también provoca desajustes en el sueño, afectando el proceso de descanso tan importante para nuestro organismo. Algo que también puede afectar la productividad durante el día.