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miércoles, 6 de junio de 2018

Respira bien por tu salud

Por Jany

Respirar es la primera acción que hacemos al nacer y si bien constituye un gesto natural, involuntario e indispensable para la vida, la gran mayoría de los adolescentes, jóvenes y adultos no respiramos bien. El mal consiste en que no somos consciente de ello y en que si lo ejecutamos correctamente podría convertirse en un ejercicio útil para la salud.

La acción de respirar no solo consiste en inhalar y exhalar, es más que eso constituye un acto físico que realiza cada persona aproximadamente unas 23.000 veces al día. Cada día la realidad constituye una carga importante, que nos hace acumular estrés lo que conduce de manera influyente a realizar una respiración insuficiente y entrecortada. A lo que, si le sumamos la incorrecta postura que optamos en muchas ocasiones bajo el falso pretexto de comodidad produciendo en muchas ocasiones de una reducción de la capacidad pulmonar; y la incorrecta alimentación ya sea por la elección de los alimentos, los hábitos y los horarios que poseemos pues resulta un inconveniente extra para nuestra salud. Sin mencionar la contaminación recibida por sustancias nocivas como el cigarro y el tabaco, el humo de los carros y las fábricas entre otros.

Existen tres tipos de respiración, uno de ellos es la clavicular la que se asocia principalmente a momentos de ansiedad y nerviosismo. Otra es la torácica que realizamos automáticamente por eso resulta la más común y por último tenemos la diafragmática o usualmente denominada respiración abdominal categorizada como la más saludable, ya que consigue una mayor oxigenación del organismo. Esto responde a que la respiración está intrínsecamente ligada al estado de ánimo de la persona de ahí la importancia de aprender a respirar bien, haciéndonos de una herramienta para mantener al margen el estrés.

Un beneficio importante de una buena respiración es el hecho de que nos facilita la digestión, evitando en gran medida el estreñimiento y optimizando la capacidad de concentración, todo al equilibrar la conexión cuerpo-mente. Para ello debemos realizar respiraciones largas y profundas alrededor de 10 minutos antes de la comida para preparar el cuerpo a ingerir mucho mejor los alimentos. Lograr integrar una respiración consiente y profunda en cada uno de nuestros días mejorará la calidad de vida y con ello el bienestar general.