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lunes, 18 de junio de 2018

Un depredador silencioso

Por Gladys

Entre el 5 y el 8 de marzo se celebró en Montego Bay, Jamaica, la trigésimo quinta Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a la que acudieron ministros y representantes de los treinta y tres países del área. De acuerdo con Julio Berdergué, representante regional de la FAO. En esa ocasión, trazaron un plan de lucha contra la hambruna en América Latina y el Caribe: la identificación de 100 territorios donde la pobreza rural sea predominante, para aplicar nuevas herramientas y políticas innovadoras de combate al hambre.

"Tenemos alrededor de cuarenta y tres millones de latinoamericanos y caribeños que todos los días van a dormir con sus estómagos vacíos. Además tenemos una situación epidémica de malnutrición y particularmente de sobrepeso y obesidad", advirtió Berdergué, quién es además subdirector general de la FAO. Expresó además que la erradicación del hambre es una tarea inconclusa y calificó de "aterrador" que "cientos de miles de niños sufran hambre". La población de la región es de 651 millones, según las proyecciones más actualizadas.

La propuesta de ubicar esos cien territorios responde a que el combate al hambre "se hace cada vez más difícil porque estamos llegando al corazón duro del problema, al hambre que se concentra en poblaciones indígenas, rurales remotas, mujeres y personas de la tercera edad", confirmó el directivo. "Para eliminar el hambre y la extrema pobreza, tenemos que lidiar con estos problemas de desigualdad étnica, de género, económica y territorial y esas son palabras mayores", explicó. El representante regional alertó también sobre los efectos del cambio climático que amenaza a la agricultura y lamentó que millones de habitantes rurales de la región vivan en extrema pobreza.

Las últimas estadísticas de la FAO muestran que la condición de hambre aumentó en Venezuela, afectando a 1,3 millones de personas. Además, creció en Haití por la muy alta incidencia de la pobreza extrema (47 por ciento de la población en esa condición). Asimismo, aumentaron los índices de población bajo condición de hambre en Argentina o Perú.

La Conferencia en Jamaica lidiará también con el sobrepeso que afecta a la mitad de la población regional y la obesidad que padecen unos 90 millones de personas. Según estimaciones de la FAO, en 26 países de la región las enfermedades asociadas a la obesidad son responsables de 300.000 muertes cada año, comparado con 166.000 personas muertas por homicidios. En el combate a la obesidad juegan un papel vital los 15 millones de agricultores de la región que producen verduras frescas y alimentos tradicionales que contribuyen a una dieta más sana y saludable.

Por su parte Eve Crowley, secretaria de la Conferencia Regional y representante regional adjunta de la FAO, reveló que en Jamaica se abordará el problema de la migración que afecta a miles que escapan debido a la violencia, la falta de oportunidades, la pobreza y los riesgos ambientales. "Queremos que la migración sea siempre una opción y no una necesidad", expresó. De igual modo Crowley resaltó que "las sociedades con conflicto e inestabilidad política tienen mayores niveles de hambre que las sociedades sin conflicto". "Cuando bajan el conflicto, baja la inseguridad alimentaria. Cuando los precios de alimentación suben, como en la crisis del 2008, había un aumento en las manifestaciones y en la inestabilidad políticas", concluyó la directiva.

A inicios del siglo XXI, América Latina y el Caribe avanzó notablemente en el combate al hambre y fue la primera región del mundo en alcanzar para 2015 el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, al disminuir a la mitad la proporción de personas que sufrían hambre, con base en los niveles de 1990-1992."Veníamos avanzando muy aceleradamente y el mundo miraba que esta región lo está haciendo bien...miraban nuestras políticas públicas. Pero en los últimos años esta gran velocidad la hemos perdido. Lo que queremos debatir con los países es cómo volvemos a poner el pie en el acelerador", enfatizó Berdegué. “Hemos ido mejorando nuestra capacidad de erradicar el hambre. Hoy día tenemos instrumentos y herramientas que hace quince o veinte años no nos las imaginábamos. El problema se mantiene, pero las respuestas específicas a los problemas han ido variando y yo diría que han ido mejorando", concluyó el representante de la FAO.