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jueves, 10 de mayo de 2018

Lo que no permite Galarreta en el Congreso

Por Paute

Esta semana, cerca de 800 mil personas marcharon en Lima para manifestarse en contra de la libre elección del aborto, encabezada la marcha, por supuesto, por hombres poderosos, como Luis Galarreta, jefe del Congreso peruano, y quien se niega a sostener un diálogo sobre la despenalización del mismo, en un país de altos embarazos en la adolescencia, y violaciones en mujeres jóvenes.

Cerca de 800 mil personas tomaron las calles de Lima, en una marcha que ellos autodenominaron “Por la vida”, una manifestación directa contra el aborto, un tema todavía tabú en esa sociedad, y en pleno siglo XXI. No son los únicos, países cercanos como Argentina, y Chile, padecen las mismas incertidumbres, y debates, en el seno de su sociedad.

La multitud limeña, se congregó en la encrucijada entre Avenida de Brasil y Javier Prado desde el mediodía, y luego se trasladó hacia la Costa Verde, en la playa. Se había establecido un escenario para actuaciones musicales y debates antiaborto, pero terminaron por enfrentarse con otro grupo, pro-elección del mismo. La policía de la capital peruana tuvo que intervenir entonces para asegurar que la situación no se saliera de control.

Pero como suele suceder en estas manifestaciones conservadoras, son los hombres poderosos, los que suelen mostrarse como cabezas de león. No las mujeres, si no los hombres, como franca manifestación de que las mismas son otro actos intrínseco del machismo, y del patriarcado. Ellos son los que tienen el poder, ellos deciden. Por eso, un personaje como Luis Galarreta, jefe del Congreso peruano, tiene la tranquilidad para decir que él cree firmemente que el aborto nunca será legal en el Perú. Y seguramente, todas las mujeres gritaron a su alrededor.

Galarreta ha negado tres veces el pedido del partido político Nuevo Perú de una discusión parlamentaria sobre los derechos de las mujeres al aborto, y todavía suele hablar de democracia en su país, y de que son un ejemplo para Europa. Lo peor es que tienen seguidores, y seguidoras, que le creen tamaña estupidez. Galarreta dice cosas como esta, que cualquiera con una pizca de sentido común, calificaría de tontería, si no hablara de un tema tan serio, como el derecho de la mujer (léase bien, mujer, no hombre), al aborto.

"Democráticamente, lucharemos para que nunca suceda en este país. Perú es un bastión en la región de América y un modelo incluso en Europa, porque ha mostrado una fortaleza, en ese sentido. Y mientras algunos de nosotros estamos aquí, lucharemos para que no suceda”, dijo ese día, durante la manifestación. Si tal vez, lo dijera un ama de casa desesperada, alguien con sentido común, pudiera hasta entenderla, pero señor Galarreta, hágase a un lado, y zapatero a sus zapatos. Perú solo permite el aborto si la vida de la mujer está en peligro, y en 2014 archivaron una propuesta para su legalización en caso de violación. La archivaron hombres, como han de suponer.