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viernes, 15 de junio de 2018

¿Es popular Nicolás Maduro?

Por Yamy

Desde que Venezuela es gobernada por la izquierda ha sido mirada con lupa todo el tiempo, pero mucho más después de que Nicolás Maduro asumió la presidencia en el año 2014. Su mandato no ha sido fácil, además de la crisis económica, ha sido constantemente motivo de agresiones, de críticas y de choteos. Ahora, cuando se acerca un período de elecciones presidenciales y casi termina su gobierno, se ha informado que Maduro se volverá a presentar como candidato a la presidencia, una noticia que extrañamente no ha sido tomada muy a la tremenda; ni siquiera los grandes medios internacionales han hecho un caos con ello, simplemente es como si no se hubiera dicho o como si de repente no les importara, aunque también puede ser que no lo perciban presidente nuevamente.

El bombardeo mediático ha influido mucho en que la gestión de Nicolás Maduro haya gozado, para bien o para mal, de ciertos niveles de notoriedad, aunque no es menos cierto que Venezuela está viviendo una escasez que antes no se conocía, al menos no en los sectores más privilegiados pues históricamente los pobres siempre han pasado penurias y en el resto del mundo hacen como que no ven, porque no les importa. Desde el inicio de su mandato le pronosticaron que sería arrancado de allí como si de una yerba mala se tratara, y así han transcurrido casi cuatro años, con amenazas constantes de su remoción. No obstante, ahí está a pesar de todos los escenarios que hemos podido seguir a través de la prensa o in situ.

Las últimas semanas de 2017 estuvieron marcadas por protestas violentas, cientos de muertos, sanciones internacionales, comicios apresurados, y escándalos de todo tipo; y a pesar de que este 2018 hubo elecciones presidenciales, la oposición venezolana está muy dispersa. No solo no existe una figura única de derecha que aglutine masas, tampoco hay una mejor alternativa de gobierno, al menos no se cuenta con una propuesta concreta que augure cambios positivos. En tales circunstancias el chavismo parece fortalecido y de ahí que aparentemente Nicolás Maduro no sea considerado como la peor opción.

Recientemente la empresa encuestadora Venebarómetro hizo público el resultado de un sondeo sobre el próximo escenario presidencial en Venezuela: Nicolás Maduro cuenta con altos niveles de popularidad. Por supuesto, los números son rechazados por la opinión pública, pero ahí están; y el antichavismo debe estar seriamente preocupado con la posibilidad de que continúe gobernando en el país bolivariano una izquierda madurista.

La idea de que el presidente Nicolás Maduro cuente hoy con una imagen positiva para gran parte de los venezolanos parece insólita, pero de acuerdo con la encuestadora Venebarómetro se halla muy por encima de importantes líderes de oposición como Henry Ramos Allup, Henrique Capriles y Leopoldo López. Este dato es resultado del desorden político que prima en la derecha de Venezuela, y en el desparpajo y el egoísmo que es visible entre sus dirigentes.

Analistas con desafecto al chavismo han intentado hacer que los resultados del sondeo no sean tomados en cuenta, y precisamente no ha causado gran impacto en los medios más tradicionales, solo mencionado así al descuido y algún análisis, pero la realidad es que si indagamos que en cuanto a opinión positiva de su gestión Maduro alcanzó un 31,1%, y si lo comparamos con otros de sus homólogos actuales podemos llegar a la conclusión de que son resultados para nada deleznables porque, por ejemplo, Juan Manuel Santos cuenta con un 18%, Enrique Peña Nieto con un 22%, Pedro Pablo Kuczynski con un 23%, y Mariano Rajoy con un 29% de popularidad. Entonces, la pregunta sería, ¿de verdad es tan nefasto Nicolás Maduro como nos lo pintan? Nadie niega que su gobierno goce de importantes deslices, y que no haya podido resolver temas trascendentales a nivel de país, sobre todo en la economía interna y externa que conllevan a otros puntos neurálgicos como la salud y la educación.

Pero evidentemente los presidentes mencionados, según las cifras, son menos eficaces, sin embargo, ¿qué sucede? Simple, en mayor o menor medida son respaldados por los grandes medios de comunicación que actualmente rigen la información mundial, esos que marcan agenda y establecen estados de opinión. Evidentemente Colombia, México, Perú o España no son conocidos por tener graves problemas de inflación y escasez como sí se sabe que hay en Venezuela, por tanto la duda puede ser por qué sus gobernantes tienen menos popularidad si sus economías no han colapsado; tal comportamiento debe responder a que existen otras variables de tipo social y psicológico que inciden directamente en las sociedades, y esos cuatro países acumulan problemas sociales de gran peso para las masas como lo son el desempleo, el narcotráfico y la seguridad social.

La encuesta demuestra que cuando más impopular fue Nicolás Maduro este año fue en el mes de mayo, justamente cuando convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, ANC, en un momento complicado de violencia y de exacerbación internacional que dejó un saldo caótico de muertos, heridos y cuantiosos daños a instituciones. El contexto fue ideal para vulnerar su gestión, para cumplir la amenaza de extirparlo del poder vivo o muerto; y para ello se dedicaron todos los esfuerzos internos y externos. En primer lugar está el caos económico del cual aún no se libran, seguido de la insistente propaganda, los llamados a protestar “pacíficamente”, pero que en realidad no fue tal; los intentos de paralizar el país con “guarimbas”. Toda una estrategia muy orquestada que disminuyó de repente, pero que sigue ahí latente, aunque en menor medida.

Luego de esa tapa aciaga y de inestabilidad total que se vivió en Venezuela durante algunos meses, empezó a aumentar su nivel de popularidad. Continuó la inflación económica, la propaganda en contra de Nicolás Maduro, pero cesaron las protestas violentas. ¿Será entonces que asumen a Maduro como el factor que trajo cierta calma, estabilidad y orden político? La misma etapa coincide con la materialización de políticas de seguridad alimentaria como los CLAP, además de otras iniciativas para enfrentar el incremento de los precios y la escasez de medicamentos; que no son totalmente efectivas, claro está. Por esa época acontecieron las elecciones regionales en las que el chavismo no parecía la opción, sin embargo ganó con cifras de impacto sobre la oposición, y sorprendió por el precedente de los niveles de impopularidad.

La opinión positiva sobre la gestión de Nicolás Maduro ha tenido una evolución ascendente durante el año en curso, y aunque persisten las dificultades y un descontento lógico y palpable, los resultados pueden estar asociados a que no obstante la población más vulnerable tiene más confianza y garantía en que su gobierno conseguirá salir del bache; y será por eso que de acuerdo con Venebarómetro Maduro, con un 28,6%, también lidera la intención de voto para las elecciones presidenciales del próximo año. Solo después aparece, con 10% menos, Leopoldo López, y luego con 15,4%, 6,6% y 6,3%, aparecen Henrique Capriles, Henry Ramos Allup y Henri Falcón, respectivamente. Muestra de cuán complejo es el escenario y lo tan dividida que está la oposición venezolana que no deja de ser egoísta, de tener conflictos internos y entre partidos por incoherencia en procederes, desacuerdo de criterios, y el incumplimiento de promesas como la de sacar a Maduro del gobierno para este año.

Es por eso, quizás, que este puede ser el mejor momento para las elecciones presidenciales para el chavismo pues hasta ahora cuenta con una sola propuesta: Nicolás Maduro; en una época signada por la apatía política en las arcas de la oposición, donde no creen que ni siquiera ellos pueden darle una oferta atractiva.