El cambio climático amenaza a Perú
El cambio climático ha convertido al lago glaciar del Perú en una bomba de tiempo mortal. El lago Palcacocha está saturado con el agua de las capas de hielo que se derriten en las montañas de la Cordillera Blanca. Muy cerca de allí, viven cerca de 50 mil personas en un camino directo a la inundación.
A pesar de su apacible apariencia, el otrora lago glaciar de Palcacocha se ha convertido en una amenaza mortal para decenas de miles de personas que viven en las laderas debajo del mismo, ya que las laderas que antes eran heladas se están derritiendo como resultado del calentamiento global y por lo tanto el nivel del lago crece desaforadamente.
Un puñado de residentes de Huaraz, la ciudad debajo del lago, puede recordar su poder destructivo ya que en 1941, un trozo de hielo se desprendió del glaciar en un terremoto y cayó al lago. El impacto causó una ola de inundación que envió una avalancha de lodo y rocas que cayeron en cascada hacia abajo de la montaña, matando a unas 1800 personas cuando el agua llegó a la ciudad. En la actualidad el lago es aún más peligroso, sobresaturado con agua de deshielo glaciar como una bañera casi desbordante, amenaza a muchas más personas que en aquel entonces. Un aumento de la temperatura de 0.5 a 0.8C entre la década de 1970 y la del 2000 ha visto desaparecer un tercio de las capas de hielo del Perú en las últimas cuatro décadas. Y todavía hay quienes aseguran que el cambio climático es una historia de ficción.
La población de la ciudad también ha crecido. Con más de 150 mil habitantes, hoy Huaraz es aproximadamente 15 veces más grande de lo que fue durante el último deslizamiento de tierra mortal, así que la historia de no precaverse puede terminar peor, y realmente el gobierno no está haciendo mucho al respecto cuando el peligro es inminente. El modelado de las olas de una posible inundación de la Universidad de Texas muestra cómo un trozo de glaciar podría desplazar hasta 15.000 millones de litros de agua de deshielo del lago de 70 metros de profundidad y 1,6 km de largo, propulsando una ola de hasta 30 metros sobre una cadena de rocas y abajo de la montaña. "Hay alrededor de 50 mil personas que viven en dicha zona de peligro", dice Noah Walker-Crawford, un antropólogo social de la Universidad de Manchester.
En un llamado a que el gobierno actúe con premura y evacúe a todas las personas que puedan, porque la catástrofe puede sobrevenir en cuestión de días, y no habrá tiempo para movilizarse a tiempo, y evitar muertes. Pasa porque el sistema de defensa civil en el Perú también es muy débil, sobre todo en caso de inundaciones, como las que se prevén.