Las armas se multiplican en Brasil
Por cada arma de fuego en circulación que Brasil tenía en 2006, ahora hay 8. Desde el Instituto Sou da Paz explican que la falta de seguridad que sienten los brasileños cuando pisan la calle les ha llevado a comprarse un arma. Solo en 2017, la tenencia de armas se ha incrementado en 33.031, lo que hace que un total de 328.893 armas estén registradas a nombre de civiles. Cada año hay unos 60.000 homicidios en el país y que se incremente el número de armas puede no ser una buena noticia
¿Aumenta la seguridad si la población civil tiene armas?
Si miramos hacia Estados Unidos podemos decir un rotundo no. Las armas han provocado tiroteos masivos, los más lamentables de los cuales han ocurrido en escuelas. Debido a esto, el movimiento que busca estrechar el control sobre la NRA y la posesión de armas ha crecido como la espuma. Definitivamente, Estados Unidos no es un buen ejemplo si Brasil quiere permitir que se sigan vendiendo tantas armas.
Hacia el otro lado está Suiza. Este pequeño y rico país europeo es uno de los más armados del mundo, solo por debajo de Estados Unidos y de Yemen. De los más de 8 millones de habitantes, unos 2 millones tienen armas de fuego. La principal diferencia con el país norteamericano, sin embargo, es el fin por el que se guardan las armas. Suiza es un país neutral que lleva años sin meterse en un conflicto armado. Aun así, no están indefensos. El país del viejo continente tiene el servicio militar obligatorio, lo que significa que todos los jóvenes aprenden a disparar y a usar de forma responsable las armas bajo la tutela de un supervisor especializado.
Una encuesta realizada hace unos años reveló que uno de cada cuatro suizos con arma de fuego la usaban para fines militares o policiales. Mientras tanto, en Estados Unidos, los que tienen arma para este mismo fin no superan el 5% de la población. En Suiza, los que defenderán el país en caso de guerra serán los propios civiles.
También hay que tener en cuenta que en Suiza los controles para adquirir un arma de fuego son exhaustivos; no todos tienen el derecho a tener una: las personas que han sido condenadas por delitos relacionados con el alcohol o las drogas, o aquellos que muestren actitudes violentas son algunos de los que tienen prohibido registrar un arma a su nombre. En Estados Unidos, por otro lado, se puede comprar un rifle como quien compra una barra de pan. Obviamente no es tan exagerado, pero las condiciones son infinitamente más fáciles de superar.
Y otro dato a comparar: mientras en Suiza la mayoría de muertos por arma de fuego son los suicidios, en Estados Unidos hay más de 33.000 muertes al año, de los cuales, una mínima parte son de gente que se ha quitado la vida.
Si Brasil quiere seguir permitiendo que los civiles compren armas, tendrán que buscar referencias en el viejo continente y aprender de los errores de los norteamericanos.