La corrupción en forma de juez
Nuevamente un escándalo de corrupción asola la justicia peruana, esta vez, en Arequipa, cuando un juez fue detenido en el acto, al recibir más de 1000 dólares de soborno, de parte del abogado defensor de una mujer acusada de asesinar a su hija de cuatro años. Esto también es probatorio de su culpabilidad.
Un juez de Perú fue condenado a nueve meses de prisión preventiva por aceptar 4 mil soles (unos 1220 dólares) en un soborno para favorecer a una mujer en un juicio en Arequipa. El juez Gino Valdivia Sorrentino fue sorprendido en el acto de recibir el soborno del abogado de Angélica Cahuana. Cahuana está acusada del intento de asesinato de su hija de cuatro años. Lo que no sabían ni Cahuana, ni el juez Valdivia, es que la policía nacional había estado interceptando llamadas telefónicas durante más de un mes y escuchó a la abogada de Valdivia y Cahuana, Lily Huanqui Ramos, acordar el monto del soborno.
Los fiscales también informaron que muchos de los audios aluden a varios otros casos que requieren investigación. El soborno no solo deja en evidencia la corrupción en los altos niveles de la justicia peruana, y la poca confianza de los nacionales en su justicia, sino también en la culpabilidad de Cahuana, una mujer acomodada que al parecer sí tuvo que ver en la muerte de su hija. Preventivamente, esa será la condena, pero el juez Valdivia, podrá estar mucho más tiempo tras las rejas, porque su corrupción no solo daño su propia imagen, si no la de la Justicia Nacional.
El juez superior de Perú, Orlando Abril, fue quien sentenció a Valdivia a nueve meses debido a la gravedad del daño causado al estado, y su sentencia podría ser de ocho a 15 años. La defensa de Valdivia pidió protección para su cliente, ya que Valdivia había enviado a mucha gente a prisión que podría vengarse si lo veían en la misma prisión que a él. Ahora mismo, lo que más le preocupa, es el estado físico del juez, ya que pueden cobrárselas adentro. Huanqui también fue sentenciada a nueve meses de prisión preventiva, aunque pidió libertad con restricciones judiciales, ya que es la única encargada de su esposo que tiene una enfermedad terminal y un adolescente de 14 años.
Ella pagó 10 mil soles de fianza (alrededor de 3 mil dólares) para que se le permitiera este derecho, pero Abril les dio a ambos leguleyos la misma sentencia. Habrá que ver, si la abogada defensora consigue un razonamiento más humanitario, a pesar de su falta grave a las leyes. No obstante, es como un cabeza de turco, porque esto es habitual en la justicia peruana, la corrupción es de raíz, y a todos los niveles. Anteriormente Valdivia había anulado su propia sentencia por un cargo de conducir ebrio. Esto se produce cuando el Ministerio Público recibió 260 denuncias contra abogados y jueces en la región de Arequipa, por cargos de corrupción también.
