A Guerrero no le supo bien el té de coca
Si se pensaba que la larga y extraña historia sobre el capitán del equipo nacional de Perú, Paolo Guerrero, y la ya infame taza de té de hoja de coca había terminado, estábamos equivocados. Ahora Paolo tomará acciones legales contra el hotel por ser el causante de su amargo pasar antes de la Copa Mundial de Fútbol.
Inicialmente, el capitán Paolo Guerrero había sido suspendido durante 14 meses por la Corte de Arbitraje Deportivo por una prueba positiva de drogas que mostraba elementos de cocaína después de beber un tradicional té de coca, conocido localmente como mate de coca, en el Swissotel en Lima después de un choque clasificatorio para la Copa Mundial. En octubre, finalmente, un tribunal suizo anuló la decisión justo antes de que comenzara la Copa del Mundo a mediados de junio, permitiendo a Guerrero participar en la primera Copa del Mundo de Perú en 36 años y la primera de su vida.
Pero el camino que tuvo que recorrer Paolo hasta ese momento mágico fue espinoso, y todo debido a un error en la servidumbre del famoso hotel limeño, que ahora tendrá que verse envuelto en una querella con el capitán de Perú, que no se quedará de brazos cruzados, y quiere ver cabezas rodando luego de su vía crucis particular. Hay mucho más de lo que se conocía a priori en este caso, porque incluso el capitán cree que se hizo con el propósito de desprestigiarlo en realidad, pues se cree que el hotel ayudó a que la sentencia luego fuera más larga.
Pero los resentimientos del principal goleador de todos los tiempos en el Perú, el capitán Paolo Guerrero, claramente no han pasado, ya que Guerrero registró esta semana una demanda contra el Swissotel por "violar la confidencialidad y la tergiversación profesional", según varios medios de prensa en el país andino. Guerrero y sus abogados afirman que la cadena Swissotel en Lima reveló ilegalmente información confidencial a la Agencia Mundial Antidopaje en un correo electrónico de febrero. Según el sitio de noticias El Comercio, que dio a conocer la historia, Guerrero afirma en el pleito de 132 páginas: "Mi información privada y la de la Federación Peruana de Fútbol fue divulgada, por ejemplo, preguntando qué consumo en el hotel, con quién lo consumo, dónde lo consumo y cómo lo consumo, sin pedir mi permiso ".
La demanda también menciona que la información brindada por Swissotel a la Agencia Mundial Antidopaje puede haber llevado finalmente a un aumento en la suspensión de Guerrero de seis a 14 meses antes de que finalmente fuera absuelto antes de la Copa Mundial, y que lo despidió con un gol ante el combinado australiano en suelo ruso. Las cosas no se detienen allí, y la novela de Guerrero y el té de coca parece que tienen para rato.
