Dime qué hueles y te diré qué recuerdas
¿A qué hueles tú? ¿Qué olor tiene tu madre, tus hermanos, tu mejor amigo? Cuando caminas cerca del mar y lo hueles, ¿en quién piensas? Cocinas arroz con ajo y sonríes, ¿a quién recuerdas? Y te tildan de loco a veces, pero no sabes cómo explicar que hay ciertos olores que te activan recuerdos, y hay imágenes en tu memoria que irremediablemente huelen a algo.
¿Sabes qué? No es locura, es pura ciencia. Un olor es importante si así lo considera tu cerebro. Los científicos lo explican. Sin que te des cuenta, hueles y se activan miles de sensaciones en tu mente. Asocias las sensaciones a tus recuerdos y todo es posible porque tu sistema límbico une ambas cosas y desata todo ese “desorden” emocional.
Sucede igual con los colores y por eso los relacionan con estados de ánimo y significados diversos. Combinando ambos asuntos, quien prefiere un perfume por encima de otro, no solo lo decide por la fragancia sino también por su color, visible a través del frasco.
Teniendo en cuenta esto, es importante distinguirnos con un olor, que muchas veces nos antecede antes de llegar a un lugar. Incluso, existe una psicología del perfume. Algunos afirman que el perfume de Fame de Lady Gaga se relaciona con personas que quieren perfumes individuales e independientes. El color blanco, utilizado en perfumes como el de Acqua di Parma, es para quienes prefieren las fragancias frescas. El rosa, usado en fragancias como Chloé o los que gusten del rojo, prefieren fragancias excitantes y picantes. El verde, dicen, es para personas que desean aromas equilibrados y sensibles. Y si prefieres el azul, entonces eres de los que buscan perfumes románticos y con un toque de elegancia.
Eso sí…. No en todas las pieles los perfumes huelen igual. Cada cual tiene su propio nivel de acidez en la piel y un mismo perfume puede olerse diferente en cada persona. Nuestro olfato se encarga de diferenciarlo, así que no sirve de nada querer oler igual que alguien y comprar su fragancia preferida.